Life's not complete
till your heart's missed a beat
And you'll never make it up,
or turn back the clock
Paddy McAloon
El lugar, las caras de los pocos tipos que había, Aníbal secando un vaso atrás de la barra con el cigarrillo medio muerto en su boca también medio muerta, y si ella estuviese acá, estaría ahí tomándose una cerveza en una botella chiquita, del pico, sus dedos jugando con un encendedor metálico que reverberase violentamente; y todo parecería un poco afuera del tiempo, como si estuviese más allá de la historia, como si dijera que es lo mismo estar acá, en California o en el Infierno.
Dentro del Tom Club, la música era más real que las pocas personas que se aferraban a sus vasos. Contra la pared que daba al baño, un hombre y una mujer, llagas muertas, astillas de una épica imposible, se miraban sin poder decirse nada; podía advertirse que hubiesen entregado cualquier cosa por una palabra, pero ya no tenían cosa alguna que ofrecer. Desde los ojos del hombre una manada de gusanos galopaba subterránea e inexorable.
Una Voz empezó a inundar todo el Tom:
How little we know!
How much to discover!
What chemical forces flow
from lover to lover...
El puto Sinatra, pensé. Qué golpe bajo.
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