miércoles, 8 de agosto de 2007

Apuntes para una road-movie


Una belleza extraña, como el momento en el que Ben canta “In dreams” y Dennis Hopper está ahí, emocionándose o volviéndose loco, y uno no sabe si tener miedo o enternecerse o cortarse la carne para rimar con el momento. Pero uno tiene que hacer algo, porque si hubiese un guión claramente lo exigiría.
Así funciona también aquello de lo que hablo.
Ése es el efecto.

Y te mira, aunque nunca permite que la suya sea una mirada. Porque, cuando está, las luces giran y hacen foco en el que está del otro lado. En parte, es una estafa enochsoamesiana: un pozo que uno cava mientras va cayendo.

Pero en realidad no sabés. Y aunque me encontrara con el mismísimo Rey, y aunque me preguntara al oído si me siento solo esta noche, y aunque nos llevara ahora mismo a Las Vegas hasta el cuello de anfetaminas, daría lo mismo.

Me gustaría poder decírselo.




2 comentarios:

Nene Tonto dijo...

Debo decir que me gustaron la foto blue de O'Riordan y la foto Marx del costado.
Saludos

Demóstenes dijo...

;)