jueves, 22 de marzo de 2007

Inquietud, paranoia e identidad


Como muchos jovenzuelos de temperamento más bien poco serio y con tendencia a la cachada, cuando comencé a utilizar el correo electrónico –creo que hacia finales de la década del noventa– ni siquiera pensé en usar mi nombre "real" precediendo al arroba. Por el contrario, intentaba que mi dirección electrónica tuviese algo de "onda" (cosa que, en general –hay que decirlo–, no conseguía). En ese plan, pasaron por mí nombres tan ridículos como "conlasogaalcuello@...", "elabiodebillyidol@...", etc. Luego, la llegada inevitable de los años hizo que me empezara a dar vergüenza responder a la pregunta "¿cómo es tu mail?" con direcciones de nombres así de estúpidos. Así que saqué nuevas direcciones en hotmail y ciudad simplemente usando mi nombre y apellido.

Pero como me sigue llegando una buena parte del volumen de mails que recibo a una cuenta de yahoo con un nombre vergonzoso, pensé en sacar una nueva. El procedimiento debía de ser sencillo: sólo tenía que ir a la página de yahoo y registrar una nueva id que fuese mi nombre y apellido. Fácil. Empecé a completar mis datos, coloque mi nueva id y toqué el botón para acabar con el registro. Pero algo ahí falló. Surgió el pasillo. El registro no podía hacerse porque la id que yo pretendía utilizar ya estaba ocupada.

Esa situación para alguien que se llamara –por usar un ejemplo clásico– "Juan Pérez" no debería resultar anómala, sino más bien completamente previsible. Juan Pérez entiende que su identidad puede fundarse en muchísimas cosas salvo en su nombre. Pero lo extraño es que mi apellido no es de la clase de los "pérez" sino que es un poco raro. De hecho casi todas las personas que lo tienen en este país son familiares directos míos. Podría darse el caso de que alguien afuera de la Argentina se llamara como yo, pero lo creo poco probable, ya que deberían de combinarse varias cosas: que tenga exactamente mi mismo nombre, que necesitara una cuenta de mail, que sólo la hubiese sacado en yahoo (y no en hotmail ni gmail, pues ahí yo soy dueño de mi propio nombre), que hubiese elegido la misma combinación que yo (por ejemplo: hay variantes como –para seguir con el ejemplo anterior– "jperez@", "j_perez@", "juan_perez@", etc.). En fin, es posible pero no muy probable.

También podía darse el caso de que alguien que me conociera lo hubiese hecho, pero ¿con qué finalidad? ¿Just to play mind games? También es posible, aunque no lo creo.

La cuestión llegó a inquietarme. Decidí hacer la única cosa razonable: mandar un mail a esa dirección explicando la situación y –como dijera Condorito– exigiendo una explicación.

Un respuesta a ese mail equivaldría a una intervención de lo lyncheano en la vida de un humilde criollo; esa imposible respuesta se me aparece similar a aquella escena de Lost highway en la que se encuentran en una fiesta (¿era una fiesta? ya no recuerdo...) el protagonista y un misterioso hombre maquillado que le dice que él está en su casa. El diálogo era:

Hombre Misterioso: ¿Nos Conocemos, verdad?
Fred: Yo diría que no. ¿Dónde cree usted que nos conocimos?

Hombre Misterioso: En tu casa. ¿No te acuerdas?

Fred: No, no lo recuerdo. ¿Está seguro?
Hombre Misterioso: Por supuesto. Es más, de hecho, ahora mismo estoy allí.


(El Hombre Misterioso esgrime un teléfono móvil y se lo da a Fred)

Hombre Misterioso: Llámame. Marca tu número.


(Fred marca su número.)


Voz Telefónica Hombre Misterioso: Ya te dije que estaba aquí.

Fred: ¿Cómo lo ha hecho?

Hombre Misterioso: Pregúntemelo
Fred (hablando al teléfono): ¿Cómo lo ha hecho?

Hombre Misterioso: Tú me invitaste. No tengo por costumbre ir allí donde no me llaman

Fred (al teléfono): ¿Quién es usted?


(El Hombre Misterioso prorrumpe en una carcajada estridente en persona y, a la par, por teléfono.)

La idea del desdoblamiento o los mundos paralelos me parece un tópico del que no me gustaría ser parte. Ahora me arrepiento de haber mandado ese mail, porque ¿y si me responde? O lo que es peor: ¿y si me respondo?


3 comentarios:

Seis dijo...

Es obvio que la cuenta la sacaste vos en el otro lado y ahora vas a recibir un mail.

Demóstenes dijo...

¡No! Eso sería horrible...

Anónimo dijo...

My dear vietnam tengo un mail tuyo con una direccion que siempre me llamo la atencion y nunca te pregunte que significaba...
Ya me lo tendras que decir :)
Besitos miles, V.-