martes, 20 de febrero de 2007

La llamada

INTERLOCUTOR FREAK: Buen día, ¿está X?

YO:¿Qué X?

FREAK: Eh...

YO: Le digo porque yo también me llamo X, y quizás Ud. busque a otra persona...

FREAK: No... eh... a ver... ¿ese es el xxx6-xxxx?

YO: No, este es el xxx5-xxxx.

FREAK: Ah, discúlpeme, por favor. Yo quería hablar con X... que es muy directo, así como Ud. Lo que pasa es que tengo que encontrarlo urgente, porque se mandó una macana.

YO: (silencio)

FREAK: Sí, se compró una de esas cosas satánicas del rock, con cuernos y cadenas, y se la puso en el hombro. Ahora le va a salir un dineral sacársela ¿Entiende?

YO: Por supuesto.

FREAK: Le pido mil disculpas, es usted muy amable, voy a marcar de vuelta. Perdón.

YO: Listo. Chau.

La voz del tipo era muy parecida a la de Tangalanga, cosa que por un momento me hizo sospechar estar siendo sometido a una cargada. Pero parece que no.
Lamenté no haber seguido la conversación, porque la locura de este hombre parecía interesante, y además se notaba que estaba predispuesto a la charla. Creo que se sorprendió de que tomara el motivo de su llamada con naturalidad.
Después me di cuenta de que la diferencia entre su X y yo era de apenas un número (el seis —qué significativo– en lugar del cinco) y me inquieté.
Ojalá vuelva a llamar para poder preguntarle de qué demonios hablaba.

4 comentarios:

Beatriz V. dijo...

yo también quería seguir la charla

Demóstenes dijo...

¡Ah! ¿eras vos? ¡Volvé a llamar...! :P

Anónimo dijo...

Puede haber sido que vos querías hablar con Tangalanga, y este señor que tenía voz similar llamó equivocadamente. Pero eso sería un razonamiento sin asidero, cosa que no es tan ilógica si te ponés a pensar el hilo de la conversación...
saludos, excelente página!

Demóstenes dijo...

Voy a meditar en esa posibilidad :P

¡Saludos!